El elefante en la habitación

Tómese este escrito
Como un manual repleto,
De consejos y recomendaciones
Para situaciones
En las que ya no sirve la
advertencia.

Hubiese sido más prudente,
Haber pensado antes
En cerrar la puerta,
Para que el elefante
No pudiese entrar.

Pero nadie lo hizo.
Nadie se molestó.
Todos se limitaron a observar
Con la mandíbula desencajada,
Al elefante en la habitación.

Ahora hay que buscar una solución
A tan gigante problema.
O hacer los más sencillo,
Taparse los ojos
Y que este campe a su antojo por la sala.

Lo destrozará todo.
Pisoteará a los invitados
Que voluntariamente se han negado
A reconocer su presencia,
Dejando el lugar destrozado.

Cuando se haya marchado
Sonreiré aliviado y tranquilo.
Mas siempre tengo presente,
Que aunque el elefante se haya ido,
Al día siguiente, regresará triunfante
Pues la puerta no se ha cerrado, no se ha movido.