¡Hazlo!

Sin prisas, relajada, o como siempre con el tiempo encima; con un café en la mano o con el alma hecha pedazos; sin saber como empezar, o como sea; pero te encargo de una buena vez que lo hagas ¡ya! y a tu manera.

Hazlo por si buscas desahogarte o simplemente por el gusto de encontrarme; por si todavía me quieres o por si piensas olvidarme; cuando lo necesites o por si ya no es necesario; para saber que estás ahí o simplemente por que si. Por costumbre; por si me extrañas, por si hay más que decir o por si ya fue demasiado. Por el placer de pedirnos un abrazo o por saber si es que aún gustas de mis labios. Por aquello que nos quedo pendiente; por si quieres sorprenderme nuevamente, conquistarme, enloquecerme o por si no fue suficiente. Por hacerte presente; por si acaso; por que te dio la gana; por descubrir si aún me amas o por si ya te has cansado de esperar que yo lo haga. Por todo eso y mucho más...

¡Llámame!
Que estoy que muero por escucharte.