Benditas y crueles posibilidades

poema de jcsarmsqda©

A veces, traemos a la altura de los pies la chingada cabeza, pensamos o actuamos sin querer con las patas o nalgas (según sea nuestro caso) más que con el chingado corazón; dejamos ir los mejores momentos, las cosas importantes, las benditas casualidades, nuestros sueños, las buenas oportunidades, nuestras pasiones y sin duda...a las mejores personas.

Andamos tan en la pendeja, que se nos hace tan fácil dejar que las cosas simplemente sucedan; "¡que pase lo que tenga que pasar o si las cosas nos pasan...es que nos pasan por algo!", dejándonos jodidas secuelas, heridas permanentes y el corazón hecho mierda.

En mi caso; de una forma o de otra, ¡yo dejé que te fueras!

Dejé ir la posibilidad de mandar al carajo mis miedos, mis inseguridades, mi malditos "si hubiera" que nada más no me sueltan y esa puta obsesión que ahora traigo porque sepas que desde siempre tú eras.

Dejé ir la posibilidad de no quedarme con ganas de nada tratándose de ti. De verte despertar desgreñada y babeada y aún así, acomodarte unos pinches besotes de buenos días. Dejé ir el placer de apapacharte estresada, enferma, borracha, encabronada y también ¿porque no?...de mandarnos una que otra vez directito a la chingada; para luego apapacharte bien y bonito otra vez. Dejé ir la posibilidad de saber mas de ti, de ser el puto dolor de cabeza de tu padre, el consentido de tu madre y el que a los ojos de todos valiera la pena; dejé ir la posibilidad de ser el elegido para preocuparse de por vida por ti.

Carajo, tengo mucho por decir y ya no se si en el fondo a ti te interese saber; después de tantísimos años tú hiciste tu vida y yo...yo caminé por la mía sin lograr olvidarme de ti. Me entristece pensar lo que pudo habernos sucedido, bueno o malo lo hubiese disfrutado cabrón por tratarse de ambos.

Hoy, al no estar conmigo y ni yo remotamente cerca de ti, te pregunto: ¿seguiremos siendo realmente el amor de nuestras vidas?; espera, no me contestes todavía, se que la he cagado muy cabrón, pero permite que siga agarrándome de la única posibilidad que aún me queda contigo, deja que siga teniendo ese sabor en la boca (entre dulce, culero y amargo a la vez); deja que siga pensando que a pesar del daño causado...tu respuesta seguirá siendo por siempre que ¡Sí!

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