Perdón amor que no tuve.

Como duele tener que marcharte, cuando al camino viajaste, cargado y forjado de ilusión, que entre palabras destiladas desde en néctar de tus labios, sostuvieron con paciencia la inocencia de este mi corazón, hoy me marcho, sin querer decir adiós, acusándome del misterioso delito, con el que cargo en el morral que sostengo, como condena que me apena, porque en Bill cobarde me convierto, cuando acepto que no pude conquistar ese tu amor.

Perdón, es decir o aceptar que no puede, y ni podre tal vez, por falta de tu interés a este loco enamorado, que viaja sin destino como tranquilo y cansado peregrino, que cayó en las trampas de tu amor insólito, lo digo mientras escribo porque para ti es tan fácil olvidarme, y para mí, solo la historia más bonita que entre mis días se escribió, ya no habrá azules brillosos que entornen mis días, ni noches estrelladas que abriguen el frio de cada madrugada, porque el hada o musa que me inspiraba, desaparece como fugas arrebato que alumbra las noches oscuras de los limpios caminos en cielo, y que algunos llaman fugases estrellas, serás tu una de ellas que del que ofrezco tu huyes, no importa ya he llegado al lugar acordado donde entre lágrimas juraste me esperarías, y cuál fue mi sorpresa, que entre minutos en dicho lugar cansaste tu estadía por esperar, o lo que pudo ser el amor de tu vida y seguramente cambiaste por algo vano y pasajero, pasajero yo, que hoy vuelvo donde todo empezó y a pesar de este rudo camino aseguró fue un sueno y insisto que de esto nada existió.

Comentarios & Opiniones

Josue Aymer

Me gusto tu escrito. Saludos.

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El trascritor de sentimientos

Gracias colegas se les agradece el punto de vista dado, y no cabe mencionar de que sólo soy un escritor tal vez no de poesía, si no, de todo lo que vivo con los días.

Critica: 

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