Los ciclopes

Abarrotadas en el cornisa del precipicio se sostienen dos pupilas apaleadas, sujetan su avaricia con el deseo de tocarse, fijar el alma, la escarcha,su escencia.

Se derrotan mutuos
los cíclopes con las
pestañas como greñas
sumergidas en la
cintura del aire,
ya se formaron ataúdes
para las almas que
hoy se juntan, apesar de la travesía las pupilas
no se cansan y los
cíclopes se amasan,
abrasados se olvidan en el tremendo del tiempo y
culminan su vida con
los ojos gastados,
mutuamente gastados.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Profundo,me encanto! saludos poeta.

Critica: