Rêves d'Or

poema de Juan Diego

Entre flores y árboles te encuentro
Sentada a la sombra de un arbusto
Tú silueta de carácter divino
Se pierde en la naturaleza pero no sale de mi cabeza
Ideas y sentimientos me atraviesan por el cuerpo
Garras finas puntas afiladas me desgarran el pecho
Gritos graves y agudos me asfixian desde adentro
Mi alma cae por un pozo negro que enceguece mi razón
Y cuando caigo por el precipicio mi sueño regresa a su inicio
Ahí estas, apoyada sobre la fina hierba de primavera
A lo lejos veo tu melena de color oro, brilla de manera certera
Tu rostro dibujado a la perfección, siendo la más grande creación
Hipnotiza todo mi ser, controla mi persona y me abandona a tu corona
Tus ojos son dos océanos azules, que se pierden en mi mente y cruzan al otro continente
Dos piedras preciosas de valor creciente
Ni el mejor joyero los quilates de tus ojos los puede medir
Te siento cerca, oigo tu respiración, el latir de tu corazón
Abro los ojos y aquí estoy, apoyado en el tronco de un árbol
Postrado frente a la protagonista y la princesa de mis sueños