LA CONSTANCIA

- ¿Qué pretendes con tu idea?
¿Quieres cambiar el mundo?
¡Tú, mequetrefe, tú!
No comprendes que vas contracorriente,
que serás triturado, orillado y apartado,
incapaz de resistir su ímpetu?

No me haces caso y sigues aferrado
a tu idea: firme, constante,
confiado al poder de la fe que la sustenta,
ejerciendo , flexible, tu rotunda oposición.

Enfrentado, como obstáculo vivo,
has conseguido que algunas rocas,
pesadas y lentas, se detengan
ante tu constante y firme oposición.

Tu obstaculización ha crecido,
ha logrado dividir la corriente,
ha reducido su ímpetu,
ha engrandecido su resistencia.

La he visto crecer ante mis ojos,
convencido, me ha hecho comprender:
cuan grande es el poder de la fe,
la fuerza de la constancia,
de la rotunda oposición
al poder de la corriente dominadora.

Has logrado someterla
al poder de tu constancia,
a tu fuerza de convicción...

Hoy, desde donde nace la vida,
quiero ver la corriente encauzada,
no salvaje y destructora,
que todo lo atropelle,
que todo lo arrastre;
sino que discurra por el cauce
de un pueblo seguro, feliz,
que crece, y en paz labora.