ENTRE LOS LIRIOS

- Mujer, ¡Qué de lirios han brotado en abril!
Todos tiernos, turgentes,
como en la mocita los senos.

¡Qué melodías de color han compuesto para las tardes de primavera,
para las tardes de concierto, de encuentro!

No me canso de admirarlos.
Con su fragancia, mi amor alimento.
¡Cuántos lirios, tan distintos,
tan iguales, tan nuestros!

Ya surgen blancos, nácares de la tierra, reflejo de los colores,
con los que el sol se viste de nuevo.

Ya rosas. Pareciera que
han sentido pudor de mi caricia,
y se han ruborizado.
Como tú ante el requiebro,
como la chiquilla que recibe,
por vez primera, el beso
que la introducirá en un
mundo de sensaciones nuevo.

A veces, brotan malvas y morados,
lirios de pasión de sufrimiento...
Lirios que esperan renacer
en la blanca pureza
de un resurgido encuentro.

Han crecido tambien negros.
Lirios de dolor, de muerte,
de oscuridad, de fin... Estos lirios me han dado miedo...

Todo me ha parecido
un lirio inmensamente grande,
infinitamente negro. Lirios de corolas profundas,
pozos de oscuridad llenos
donde se ahoga la pasión
del amor que te profeso.

No he querido mirarlos, no he querido fijarme en ellos.
He visto en su negrura un ejército de tallos rebeldes, enhiestos,
levantados bajo el negro
carbón de su alimento.

He tomado uno,
y he sentido escalofrío
al rodear con mi mano
su céreo cuerpo,
lleno de vida acorralada,
de sabia prisionera,
que corre, loca,
por túneles sin salida,
por caminos cerrados
por muros infranqueables.

Su tacto frío me ha hecho estremecer.
Me ha dado miedo. Aterrado, lo he soltado,
Y como he podido,
me he ido alejando
apartándolo del pensamiento.

Me he olvidado de él,
y me ha quedado la pesadilla de un sueño
que recordar no quiero.

He vuelto la mirada,
del jardin, a otros huecos.
Mi corazón se ha alborozado
porque he visto todo un parterre
cubierto con los azules nacidos nuevos.
Cielos felices, que juegan con los suelos,
mares, con los que en tu ausencia sueño.

Más allá, sobre un pequeño otero,
un ramillete de topacios esparcidos bajo el cielo.
Semáforos encendidos
por el viento
que ponen precaución y prudencia, al amor que te tengo.

Mi amor se ha caido entre los lirios.
¡ Mujer, vamos a recogerlo !
¡Qué daría yo por recogerlo de tí,
lirio de mis sueños!

Comentarios & Opiniones

ÁNGEL MENDUIÑA IRIBARREN

Primavera y amor. Siempre tan ligados el uno del otro. Muy hermoso tu poema, amigo Juan Antonio. Un fuerte abrazo.

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Estimado Ángel Menduiña: dices bien. Ya conoces el dicho: " La primavera, la sangre altera" El amor también. Gracias por tu visita y comentario.
Disfruta del día. Un fuerte abrazo.

Critica: 
Xio

Una obra repleta de colorido, primaveral, enamorada, resplandeciente y escapando de todo aquello que pueda ocasionar dolor y sufrimiento, un inmenso placer la lectura, abrazos querido amigo, feliz noche.

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Querida Xio: si, tal como lo expones. Quizá, como yo, algo desfasada. Mas vienen a la memoria recuerdos que quizá con los años
engrandecemos. No hay pesar en ello. Sentirlos,supone una renovación personal.
Gracias, amiga! Un abrazo muy afectuoso

Critica: 
Erasmo

A veces, brotan malvas y morados,
lirios de pasión de sufrimiento...
Lirios que esperan renacer
en la blanca pureza
de un resurgido encuentro.

Me encantó. Siempre con la palabra justa. Saludos.

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Estimado Erasmo: A veces surgen momentos de un cierto lirismo romántico y concluyen con escritos como este.
Celebro que haya sido de su gusto y lo haya manifestado en su comentario. ¡Gracias!
¡Saludos cordiales!

Critica: