Como el Sol lleva inherente la luz,
La Tierra inherentes la noche y el día,
Te llevo en el alma, mujer de mi vida.

Cuando el ocaso alumbra el horizonte
De púrpura, y la esfera celeste
Con el rubor de luceros se inunda,

En la serena quietud del despacho,
En silencio sueñan, hombre y pluma.
¡Mujer de mi vida!, te vemos desnuda.

¡Desnuda te vemos, que no impura!
Escultura divina, que mi mente,
¡Indeleble obra!, mantener procura.Admoracion

Comentarios & Opiniones

Xio

Precioso tributo y lealtad a la pureza de la mujer amada, un placer, abrazos Juan Antonio, lindo día.

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Lindo finde semana. Otro con mi afecto y cariño.

Critica: