Por delante de la casa,
todos los días pasaba,
la puerta tenía entreabierta,
pero nadie se asomaba.

Un día tras otro día,
la puerta lo mismo estaba.
¿ Quién la habitará ? -pensaba-,
que nadie entra ni sale,
quizá esté deshabitada.

Pasaron días, semanas,
meses y años pasaban,
la puerta siempre entreabierta,
nadie salía ni entraba.

Al pasar con mi caballo,
una luciente mañana,
en uno de sus ventanales
mi caballo se detiene
sin que yo diga palabra.

Sentada en el alféizar
de una ventana muy alta,
tras los visillos blancos,
una rosa, ¡ pura rosa !
con un libro entre las manos,
a la lectura se daba.

¡ Qué sí !
que no es casa abandonada,
que a una hermosa rosa,
la aprisiona y la guarda.

Mi caballo se detuvo,
frente a frente se quedaba,
frente a frente , a la ventana.

La luz que robó al instante
el cuerpo grande de la jaca,
hizo levantar el vuelo
a la paloma que...
tras el ventanal estaba.

¡ Un sobresalto,
una penetrante mirada,
un respingo dolorido,
un mal gesto de la cara,
del alféizar la levanta !

El cojín que la apoyaba,
sobre el alféizar quedaba,
el oro de su cabello
por hombros se derramaba.

El libro al suelo caía,
y al reclinarse su alma
para coger su tesoro,
dos tesoros se le escapan
que guardaba escondidos
tras fina bata de seda,
muy fina, de seda blanca.

No se inmuta, ni se espanta,
el pudor no la subleva,
el libro del suelo coge,
sus dos tesoros, dos perlas,
dos grandes perlas rosadas,
regresan a su morada,
morada de seda blanca.

Bajo los pliegues de seda,
su cuerpo a ritmo de danza,
más que caminar, contonea
caderas de fino nácar..

Al trasluz de la gran puerta,
que a estas estancias daba,
su cuerpo de diosa y venus,
como un cuadro de Ticiano,
en mi retina quedaba.

¡ Caballo...! - le dije, ¡ anda !
que no sé si tú habrás visto
lo que mis ojos visaban,
no sé si será visión,
si será alucinación,
si lo estoy soñando en vivo,
o en vivo yo lo soñaba.-

Toda la jornada tuve,
apresada en la ventana
mi alma enamorada,
que no sabe si es visión
o alucinación soñada.

Al retornar de los campos,
donde los torillos pastan,
los ojos se van mirando,
mirando hacia la ventana,
buscaban tras los visillos,
visillos que no ocultan nada,
si en el alféizar se hallaba,
sentada figura humana.

Cuando regresé a mi casa,
en el umbral de la puerta ,
del caballo desmontaba.
Se lo entregaba a mi mozo
para que le diera agua,
la montura le quitara,
y buen pienso preparara,
de habas ,avena y cebada;
¡ ah, que no le falte paja !

La noche pasé soñando,
sólo una cosa soñaba:
mi vida en su compañía;
no sé cuántas cosas, cuántas,
en mis sueños fabulaba.

Y una mañana de aquellas...
que la suerte te acompaña,
enjaezando el caballo ,
a la puerta de mi casa,
una vieja charlatana,
de las que traen y llevan,
de las que nada se callan,
con donaire me saluda,
con reverente mirada,
decía y me preguntaba:
-¡ Buenos días tenga usted !
¡ A dónde cabalga su alma,
hacia dónde va su marcha ?-
-Voy para los Arrayanes
a cumplir con mi jornada
que no es poca la faena,
que ya en los campos me aguarda.

Digo yo, señora anciana,
la casa... donde me vio..,
aquella..., de la ventana...
¡ Qué misterio, es el que guarda ? -

- ¡ Ay, caballero, lástima,
qué lástima, qué desgracia!
dieciocho primaveras,
en ella están encerradas,
como la más bella rosa,
pura rosa, Virgen Santa.
Casó con lozano galán ,
de grande y noble familia,
de familia adinerada.

- Pues..., ¿ qué ?- ¿Qué...?
Dicen que en viaje de novios ,
en un hotel principal
que en la capital se emplaza,
a disfrutar de su amor,
la noche de novios pasan.

Hay quien dice, quien comenta,
y muchos así lo hablaban,
que la rosa que llevaba,
no era pura rosa, dicen ,
que era rosa deshojada.

Desesperado en la noche ,
sin mediar una palabra,
sin escribir una letra,
sin que nadie lo esperara,
desde la séptima planta
hacia los suelos volaba.

Unas personas lo dicen,
otras personas lo hablan,
que el galán era impotente
su rosa no desfloraba.
El pánico se adueñó de él ,
fue causa de que volara.

Muy triste a su casa vuelve,
muy triste y desconsolada,
se encerró en esa prisión,
ya, cuatro años que pasan.

- ¿ Cuál es la verdad ? ¡ Decidme !
la curiosidad me embarga,
que este drama me conmueve,
que este drama me atormenta,
que este drama me entusiasma.

- Poco hombre seré yo,
si con artes y con maña,
no consigo que me abran
puerta que cierra esa casa-

Cada día en mi camino,
hacia el ventanal miraba,
por ver si tras los visillos
la paloma regresaba.

El susto que la espantó,
a otro lugar la volaba,
que no quiere ver la rosa
el sol que la deslumbrara.

Esta paloma admirada,
en mi pecho, es un dolor,
un puñal que se me clava,
que me hiere y me desgarra.

-¡Ya no lo soporto más,
cansado ya de esperar,
el cuerpo ya no lo aguanta.

Como guerrero que espera,
diseña ya la emboscada
que quiere ver ante sí,
la hermosura de esa rosa,
pura rosa ¡ Virgen Santa !

Con uniforme oficial,
de un oficial de guardia,
portando un sobre muy grande
a casa me encaminaba ,
y por su entreabierta puerta,
mi persona penetraba.

Una cancela de hierro,
cancela muy bien forjada,
al guardia le cierra el paso,
guardia que cruzarla osaba.

Un repicar de campana
mi presencia denunciaba,
una mujer muy adusta,
por los pesares quemada,
ante la reja muy seria
muy seria me preguntaba.

-¿ Qué se le ofrece señor ?-
Un tragante de saliva,
carraspeo de garganta,
con una voz decidida,
con la voz nada afectada,
a la señora, cortés,
muy cortés la saludaba.

- Buen día tenga señora,
buen día señora ama!
Desde la capital vengo,
y traigo desde el juzgado,
del juzgado que me manda,
la entrega de esta misiva,
misiva muy bien cerrada,
para que a solas la lea ,
y en mi presencia lo haga,
la persona interesada.
Pues repuesta he de llevar ,
se quiera, o no se quiera ,
a lo más tardar, mañana.

Con grande preocupación ,
se adentraba aquella dama,
al cabo de poco tiempo,
la señora regresaba,
con orden de abrir cancela,
que acceso al guardia le daba.

-Sígame, ¡ por favor !,- ruega.
Lento y seguro su paso,
a presencia de la dama
la señora le llevaba.

Con discreta reverencia,
efusivo, da las gracias,
que el asunto que le trae
es asunto de importancia,
que exige de discreción,
y muy secretas palabras.

La dama con displicencia,
ordena dejarle a solas,
a solas, el mensajero,
el mensajero y su carta.

- Abrid, señora os ruego,
abrid, ¡ por favor la carta !
que he de llevar la respuesta
a quien lo ordena y lo manda.

- Siéntese, por favor, ruega,
siéntese por favor, guardia,
que enseguida me dispongo
a cumplir con su demanda.

Sobre un mullido sillón,
se acomodaba la dama,
con un bello cortaplumas,
abre intrigada la carta.
Despliega los cuatro folios,
los cuatro que ella portaba.
Al leer su encabezado ,
los ojos abre turbada.

Con un saludo amoroso,
la carta se encabezaba,
un gemido imperceptible,
un gemido se escapaba
del alma que vive sola,
muy sola y abandonada,

Con complacencia y deseo
sigue leyendo la carta,
un rictus de asentimiento,
se dibujaba en su cara.

Concluida la lectura,
sobre su pecho aprisiona
cuatro folios que portaba.
Se olvidó de la presencia,
por quedar anonadada,
del guardia que la contempla
con toda felicidad
que su cara reflejaba.

Pasados unos momentos,
con tranquilidad, con calma,
recobra nuevo el sentido
tras lectura de la carta,
lectura que lo robara.

- ¿ Quién me juzga de esta guisa ?
¿ Quién con tan bella misiva,
de larga prisión me salva,
son cuatro años pasados,
los que vivo aquí apresada ?

Que soy mujer inocente,
inocente de la pena
que se me imputa e implanta,
de causa que a nadie importa,
y a mí, sólo me importaba.

Presa pasé muchos días...
presa, los muy lagos años..
sin que me vieran la cara,
que mi pena lo impedía,
hasta que llegó esta carta,
esta carta, señor guardia,
esta bendecida carta,
que redimiera la pena
la larga pena de mi alma.

Id pues, y decid señor,
decidle, a quien os manda
que las palabras escritas,
de su condena indultaban
a mi alma condenada.

- Si me permitís, señora,
soy el autor de esa carta.
De subterfugio y engaño
de estrategia me valí,
para entregarle mi alma,
pues desde cuando la vi,
oculta, tras la ventana,
por usted sólo he vivido,
por usted sólo vivía ,
día, noche y madrugada,
pensando, pensando, no más,
que llegar a su presencia
para entregarle, rendido,
entregarle toda mi alma.

Y si como bien decís,
he indultado su alma,
la mía que está apresada,
con sus palabras deseo
que igualmente sea indultada.

Del asiento se levantan
sin mediar una palabra,
mirándose fijamente,
emocionados se abrazan.

Así, quedaron firmados
los indultos de sus almas
por el amor condenadas.

Comentarios & Opiniones

abora

Juan Antonio, no tengo palabras para expresar esta maravillosa obra, y cuanto trabaja a costado hacer, me ha fascinado el ritmo de vuestros versos mientras diseñaban una escena de amor tan clara, que el mismísimo Lorca firmara.

Critica: 
H.A.M.

Buenos dìas Juan Antonio, ¡Pero que Belleza de Obra! "Por momentos me sentì en un Teatro presenciando una Maravillosa Obra de Amor" gracias mi Estimado poeta por compartir tan Excelente trabajo, un saludo Cordial!!!

Critica: 
Silvia

Entregar el alma por amor! Es realmente un insulto para siempre.
Juan Antonio te felicito con todo mí corazón y te mando un bezaso!( Bellísima)

Critica: 
Xio

Pero si es una novela de amor!!!Que maravilla, me has dejado sin palabras, genial, fascinante historia, que precioso amor, que narración más amena y consecutiva, ¡Aplausos!!! querido andaluz, recibe mi cariño y admiración hasta Andalucía, feliz tarde

Critica: 
Japi

Wow, magnífica obra, un super drama, me quedé enganchado desde el sillón de mi casa, millones de aplausos

Critica: 
María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Juan Antonio Conde IMPRESIONANTE, me cautivó la lectura. Buen final. Saludos.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Qué obra, maravillosa, con el leguaje de los mejores tiempos.
Felicitaciones.
Cordial saludo y hasta nueva obra.

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Estimados poetas amigos: abora,H.A.M., Silvia, Xio, Japi, María Cruz Pérez Moreno y Artífice. A todos, mi gratitud por sus favorables comentarios que son todo un halago inmerecido. Pues cualquiera de ustedes puede escribir, - por su inteligencia y

Critica: 
Juan Antonio Conde Castro

Preparación , un escrito con tanta o más calidad.
Piensen que la inspiración es una bendición que llega cuando Dios lo quiere, y que se debe agradecer.
Les reitero mi agradecimiento con un abrazo muy afectuoso y entrañable. Saludos cordiales!

Critica: