La mujer al banquillo

Verá usted señor juez... 
llamo a la mujer al banquillo. 
Me gustaría se acabaran los retrasos, 
por favor, no dilatemos mas este juicio.
 
A continuación, presento las evidencias, 
y no sin antes aclarar y firme lo digo,
que no me dejo llevar por su belleza,  
no le doy a ellas ningún beneficio. 

Como un hombre frente a usted, 
hoy acuso a la mujer por un delito, 
que lo  andan cometiendo en flagrancia, 
aunque, no todas andan en semejante desvarío. 

Demandó firmemente cárcel y castigo,
a la que sea culpable después de este juicio; 
permitámosle llorar de vez en cuando, 
aunque sin mirarlas, si es que eso les da alivio.
Pues tristemente han dejado de ser mujeres 
y por esa razón, estamos metidos en este lío.
 
Verá usted señor juez. 
He aquí los motivos... 
A la mujer se le dieron los labios 
para dar al hombre besos limpios.
 
Más por su propia naturaleza, 
por su dignidad y su cariño, 
pero jamás, en ninguno de los casos, 
para andar degustándolos, 
como si fueran un vino fino. 

Demando que algunas de ellas  
han estado entregándolos 
sin prudencia y sin raciocinio.
A más de un hombre a la vez! 
En menos de lo que tarda un ave en hacer su nido.

A más de un hombre a la vez! 
Como si fueran propaganda 
para entrar en cualquier circo. 

Me permito llamar como testigos 
a tres besos míos, 
que les toco compartir unos labios 
por estar desprevenidos. 

Se entregaron sinceros, 
compartiendo su ternura y cariño; 
equivocados se dieron a una de estas, 
ciegos y sinceros se dispusieron al idilio. 

Aquella pobre he ignorante no mujer,  
desconocía sobre el valor de sus labios. 
Aquella pobre he ignorante no mujer,
no sabia que su boca pertenece a lo divino. 

Antes que la defensa presente como prueba 
el ya conocido por todos libre albedrío, 
déjeme recordarle que nacimos de un mujer, 
y eso seria suficiente para suprimirlo. 

Insisto por justicia! señor juez,
con el corazón se lo pido.
Señalemos a las culpables,  
castiguémoslas  en esté veredicto, 
principalmente a la pobre no mujer, 
la que se burló de los besos míos. 

Esperando algún día  
vuelvan a su original esencia 
y corrijan el sin sentido, 
no regalando más sus besos 
al primer desconocido. 

Los besos de una mujer, 
nunca deben de ser furtivos. 
Los besos de una mujer, 
son de todos los tesoros el mas digno. 

El mapa deben de entregárselo sólo un hombre 
y este debe de ser bien escogido; 
pero jamás a mas de uno en lapso corto, 
como en los ejemplos mencionados anteriormente...
...Los ejemplos del nido, el vino  
y lastimosamente el mío.

Comentarios & Opiniones

JOSE FLANDEZ

Excelentes versos cargados de bellas metáforas y reflexivos sentimientos nostálgicos. Recibe un fraternal saludo poeta, y todas las estrellas para tu hermoso y muy original poema.

Critica: 
María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Gran placer la lectura de tu interesante e ingenioso escrito. Saludos.

Critica: 
Jota Ele Martinez

Jose/Maria....Gracias totales!

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