LA MÁQUINA

Era un simple robot; una "Máquina Ayudante de Industrias Robóticas Asociadas". Un conjunto de funciones básicas: barrer, preparar algunos alimentos sencillos, despertador, agenda y sabia jugar ajedrez en tres niveles; respondía a algunos comandos de voz muy sencillos lo que la hacia muy eficiente.
Maira (la llamaba así por las iniciales de las palabras que habían escritas en su cajón de empaque) estaba con migo desde hacía ya varios años, fue un regalo que mis padres me hicieron cuando me mudé a mi nuevo departamento.
Al principio solo me resultó útil, con el tiempo se convirtió en una compañera y casi podría decir que le tomé algo así como cariño.
El último año se me ocurrió festejar el aniversario del día en que la desempaqué y la terminé de configurar; una especie de cumpleaños; compré un pastel y una botella de vino, le puse un colorido bonete y le canté el "feliz cumpleaños" esa noche debo haber bebido de mas, por que me pareció que las azules luces de sus ojos brillaban diferentes, como con mas brillo.
Jamas había fallado; los primeros desperfectos coincidieron con la llegada de Carla, mi novia, pensamos que al no reconocer su voz, no respondía correctamente. un día volcó café sobre su ropa y en otra oportunidad, alguno de sus sensores debe haber fallado por que la golpeó con su aspiradora; yo la revisé un poco y solo encontré una pequeña perdida de fluido, tal vez un lubricante o algo así, en su cabeza, a la altura de sus ojos, ese día debí haber llamado a un técnico, pero decidí postergarlo para después, con Carla preparábamos una fiesta para nuestro compromiso y un viaje,como una luna de miel.
Pobre Maira la dejamos algo maltrecha y cuando regresamos la encontré en mi cuarto, tendida sobre un charco de sus propios fluidos, debe haber tenido un cortocircuito o algo así por que los cables de su pecho estaban destrozados.

Me siento algo extraño, creo que voy a extrañar a aquel simple robot.