Te fuiste madre querida

poema de "Joreman"

Te fuiste madre querida

Madrecita querida, que mediste amor y entera la vida
Se marchó al mundo de los inmortales y por Dios fue recibida
Su obra maestra en la tierra fue esparcida, en sus hijos permanecida
Una ofrenda floral de rosas y orquídeas, en tu tumba serán ofrecidas

Madrecita adorada, siempre serás la flor que florece en toda ocasión
Se marchitaron unos pétalos, pero tú vivirás siempre en mi corazón
Tu sonrisa alegre y dichosa, permanecerá en mi alma llena de sensación
Fuiste una mujer de amores, de caricias, que hoy guardo en mi imaginación

Se fue la mujer más querida y preciosa, llevándose tu adorable belleza
Hoy en el día de las madres, te recordaré por tu noble grandeza
Dejaste un jardín florecido, triste y acongojado, lleno de tristeza
Mis oraciones al Creador, por tu alma y me cubra de energías y fortaleza

Madrecita bella, fuiste una mujer llena de valores sentimentales
Me agobia no poder compartir tus abrazos en estas fechas especiales
Te perdí mujer tierna y delicada, de afectos y creencias espirituales
Algún día me reuniré contigo, en los sueños profundos confidenciales

La vida siempre ha sido hermosa y me dio a la madre más querida
La llevaré en mi afligido corazón, de bendiciones y rezos permanecida
Unas plagarías al Redentor por tu espíritu, llenas de amor, serán ofrecidas
Siempre serás mi reina consentida, de todas mi única, la preferida

Te querré por siempre, más allá del infinito, mujer de mis amores
Tus llantos fueron mis lágrimas, madre hermosa de mis dolores
Tu alma preciosa voló a los cielos, dejándome resplandores encantadores
Tus risas fueron mis alegrías, madre linda, fuerza de mis labores

Mis versos y mis amores, serán esparcidos en tu tumba madre adorada
Ya no me escucharás, pero tus risas retumbarán en mi corazón y siempre serás recordada
Tus dolores se han silenciado y el descanso para tu cuerpo, de sueños marchada
Te recordaré por siempre, de bendiciones y sonrisas, de besos y abrazos, extrañadas
Gracias madre querida, por darme la vida, de mis llantos sin ecos escuchadas

Madre hermosa, que me diste tu corazón, tus risas, tus alegrías, sin ninguna condición
Me abandonaste con tu muerte, dejando sin letras mis poesías hechas para ti, una canción
Recuerdo tus desvelos, esperando mi llegada en el sillón, llena de preocupación
Tus hebras de plata hoy son mis canas y las llevo orgulloso, con lágrimas de admiración

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga mayo 10-2020
Para aquellas madres bellas que se marcharon, las llevaremos siempre en nuestro corazón

Comentarios & Opiniones

ELVIRA COLQUI

Hermoso

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