Jesús en el huerto de los olivos

poema de "Joreman"

Jesús en el huerto de los olivos

La plegaria de Jesús en el huerto de los olivos, nos llena de meditación y reflexión
Suplicando al Padre Celestial que lo librara del dolor y del padecimiento de la crucifixión
Nos hace ser fuetes ante las vicisitudes que nos acechan en todo momento y en toda ocasión
Que nos hace derramar lágrimas de dolor y sangrar a borbotones, el amado corazón
Jesús sabía lo que le iba a suceder y sintió miedo, pero no se abatió de su situación
Sus sufrimientos, su corona de espinas, su sangre derramada en cada estación
Dejó en manos de Dios, su angustia, su padecimiento y su flagelación
Los latigazos y su estremecimiento y el grito aterrador de su desesperación
Los clavos que le atravesaron sus manos y sus pies, digno por siempre de su sacrificio y admiración
Los momentos de tribulación de Jesús, pidiéndole a Dios en sus oraciones su compasión
Hace de nosotros pedir al Creador, misericordia y la venia sagrada de su inclinación
Fortaleza y el perdón de nuestros pecados y alcanzar como Jesús la salvación
Jesús allí de rodillas asumió con valentía su dolor, con entereza y determinación
Pidamos a Dios fortaleza y que se cumpla su Santa Voluntad, en su exaltación de la oración
Y por intermedio de la Virgen María, la templanza del alma y el esplendor de su iluminación
Y así como Jesús le pidió perdón al Padre Celestial por su sacrificio y su sangrante pasión
Nosotros le pedimos que se apiade de nuestros padecimientos y enfermedades, con la bendición de su noble misión
Ha llegado la hora prevista desde el principio para el perdón y la salvación
En Getsemaní, Jesús suda sangre por la turbación que lo invade en su desesperación
Lo asalta la tristeza, el dolor y el padecimiento de su discípulo amado con su traición
La agonía de Jesús nos enseña a abrazar la Voluntad del Padre, sin ninguna condición
Nos enseña a ser fuertes ante las dificultades de la vida y que todo tiene salida y solución
A no dejarnos llevar por riquezas materiales, egos y vanidades que nos llevan a la perdición
A vivir unidos como hermanos de familia y evitar de las tinieblas su oscura tentación
Llevar en nuestros pensamientos la oración que palpita del corazón, la sagrada bendición
Qué se vea que ha valido la pena el sacrificio de Jesucristo, su padecimiento, la muerte y su resurrección
Que veamos en Jesús sacramentado, todo el valor de sus enseñanzas en su manifestación
La comunicación con Dios nos lleva a qué nos arrope con su manto sagrado y pedir de Él, su protección
Es tan grande su poder y su manifestación, que no cabe en esta inmensa dimensión
En estos días santos se baja el telón púrpura, en homenaje a Jesús en la procesión de su representación
Dios en su infinito amor nos quiere y nos ama y por eso nos dio a su hijo amado, para que viviera entre nosotros y nos enseñara su proclamación
Nos mostró el camino, su sacrificio, su dolor, su sangre derramada y en el corazón sangrante su resignación
Nos mostró su humidad, su sacrificio, su entrega, lo traicionaron y lo negaron sus discípulos y sus enemigos se rieron con su humillación
Jesús nos dejó plasmadas con sangre sus enseñanzas, sus noble y sacrificados valores y del espíritu y alma pura y hermosa, su transformación
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga abril 14-2022

Comentarios & Opiniones

ÁNGEL MENDUIÑA IRIBARREN

Muy oportuno relato para recordar y reflexionar en esta Semana Santa.

Critica: