Celosa furibunda

poema de "Joreman"

Celosa furibunda

Aburrido y cansado de este atroz y preventivo aislamiento
Me lanzo desde bien arriba por una soga, a la calle que en solitario enfrento
La cantaleta y los celos agresivos, con esta vieja histérica se tornan violentos
Me cansé de la cuarentena, del caos, del miedo, sin llantos de sufrimiento

Bajo raudo por una calle, de gritos de espantos fantasmales
Escucho un llamado, de aquellos viejos amores sentimentales
Me invita a su morada, la mujer bandida de pasiones carnales
Arrastrándome a la alcoba, empiezan las emociones descomunales

Empieza a desnudarse lenta y sin prisa, en striptease placentero, ceremonialmente
Su hermoso cuerpo brilla en tornasol, cálida y ardientemente
Se me abalanza, rasgándome las vestiduras profundamente
Nos besamos y vamos al grano, sin tapujos directamente

Celosamente me cubre de besos, de fogosidades de pasiones electrizantes
Me muerde y acaricia a rabiar, elevando mi temperatura, volando mis imaginaciones
Me lame hasta el cansancio, agotando el aire de las respiraciones
Bandida hermosa, placer afrodisiaco, llena de éxtasis de satisfacciones

Destapa una cerveza burbujeante bien fría, la esparce de los senos a la vagina
Haciendo espuma en la selva de su vello púbico, que enloquece y me domina
Empieza el ajetreo, firmamento cubierto de estrellas, que me iluminan
Soplan vendavales, que arrecian emociones, presagio de lo que se avecina

Salteadora de amores, pidiendo a gritos, gemidos ardientes para su excitación
El jalajala lleva el ritmo impresionante de bailarina, controlando la situación
El resonar de la cama, lleva ecos de ruidos de la extenuante pasión
Atravesamos el éxtasis del edén, lleno de risas y besos de satisfacción

Los días pasan raudos al lado de esta mujer bandolera, que me condena
Pasé del infierno al paraíso y me olvidé de la temida cuarentena
La pasión del sexo me tiene seco, ojeroso, flaco, de las pócimas que me envenenan
Me le vuelo a la bandida y voy de tumbo en tumbo, por la calle como apestoso vagabundo
Ya sin fuerzas, escucho los gritos de aquella esposa histérica, de miedos furibundos
Se has volado del confinamiento me grita y a palazos, me arrastra de rabias iracundas
Esta es la segunda cepa del coronavirus, dicen que viene violenta y sangrante por el mundo
Me grita furiosa, la mujer celosa, de alaridos sin lágrimas, ya estoy de la pandemia moribundo.

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga mayo 20-2020