un poeta solo en su mundo

UN POETA SOLO EN SU MUNDO

… y este poeta se ha que dado solo, solo en su mundo y sentado sobre una (ý) ye tildada esperando que el viento lo lleve a su anhelado mar plateado de olas serenas y de brisa tibia.

Solo en su mundo, avergonzado de ser lo que nunca pudo; temiéndoles a la cobra y la cabra inventadas por el mismo, y con su mirada fija en sus propios ojos.

Solo en su mundo se halla el poeta agonizante recordando sus amores y bajo la tormenta negra de su resentimiento que baila en el viento en busca de su insensible origen.

Solo en su mundo huyéndole a su difusa vida y a un pasado que lo persigue, que jura acompañarlo siempre, mientras va navegando por las nubes de una sociedad vanidosa y materialista que amenaza con atacarlo a él, ya devoró gran parte de su ser.

Solo en su mundo, escondido en las frases y miradas de una sociedad que come y viste porque sí; queriendo arrancarse los labios por pecar con ellos y tratando de hallar perdón en los cielos de su padre, pues su cielo fue destruido por el miedo y la angustia misma.

Solo en su mundo se halla este poeta que narra desnudo como hizo su vida negra y apenas y recuerda que conoció al amor, pues aun perdiendo la cordura recordaría la causa de su dolor.

Solo en su mundo y recogiendo los pétalos secos ya caídos de su embriagante rosa.
Pobre del poeta que solo halla consuelo y compañía en cada uno de sus versos, ya que ni los besos, el silencio o el dolor, son capaces de devolverle su gran y provocadora inspiración, si presente en su universo verde y plateado, y azul, y amarillo, y dorado y…
…solo en su mundo, pues ni el sol, ni la luna, ni las estrellas quieren visitar su inhabitable casa.

Solo en su mundo este poeta escribe estas palabras con su lúgubre letra y con la tinta negra de su seco corazón y se las ofrece al mundo que lo condena por existir y ser poeta.

San Miguel de las Palmas de Tamalameque.
Agosto del 2000.