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poema de Spinel

Cuando la muerte nos alcanza,
No hay espera ya que valga,
Ágilmente nos abraza,
Y de esa caja no hay quien salga.

Cuando la muerte nos alcanza,
No admite despedidas,
Se nos pierde la esperanza,
Y se acaban muchas vidas.

Cuando la muerte nos alcanza,
El reloj se nos detiene,
Solo queda la añoranza,
De que Dios pronto nos tiene.

Cuando la muerte nos alcanza,
Un silencio se guarece,
Solo queda una alabanza,
Como cualquiera la merece.

Cuando la muerte nos alcanza,
Los lamentos aparecen,
Solo queda desconfianza,
Y familiares que envejecen.

Cuando la muerte nos alcanza,
Perdonar es lo que queda,
Pues la vida ya no alcanza,
Se volvió un toque de queda.

Cuando la muerte nos alcanza,
Solo dios sabe que pasa,
Hay que tener mucha templanza
Y mucha Fe como coraza.

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