El arte de mudar.
Al igual que las hojas exánimes
de los árboles, que con el
tiempo van cediendo ante el
otoño para dar paso
a la primavera.
O esas densas cortinas de humo
que difuminan el horizonte;
como efluvios que se erigen
en la distancia que hay
que saber sortear.
Al igual que las riadas de
barro que, después de una
lluvia torrencial,
van arrastrando todo tras de sí.
La influencia en este mundo
de aquello que entorpece
la claridad mental y la
profundidad espiritual,
como todo lo tóxico, negativo
o superficial.
Nublan un camino por andar,
alterando nuestra propia
esencia y naturalidad.
Y son obstáculos hacia un
sendero firme, certero y sin
trampas, pues hacen una sombría
barrera de lo genuino,
auténtico y natural.
Por lo que despojarse
de todo aquello que,
interfiere en las
costuras del alma,
también aclara los hilos
mentales que son el
eco de la claridad.
Como la transparencia mental
de un cielo despejado,
y el espíritu implacable
de una luna constante.
El arte de mudar en uno mismo
no solo es un proceso que
requiere de tiempo,
práctica y transparencia mental,
es el mejor de los caminos
y esencial para
cambiar y evolucionar.
Ante todos esos señuelos latentes
y presentes, barreras y
distorsiones del exterior:
Que son como un tren errante
y sin rumbo,
un paso de barreras perpetuo
para quienes quedan
atrapado en él:
La claridad mental
y un espíritu inquebrantable,
son vitales en el
arte de mudar.
Al ser todos parte activa
de un todo universal,
que se encuentra en su propio
proceso de transformación.
Progresar en la ciencia del
propio ser, requiere tiempo,
andar despierto y dedicación,
para ir creciendo en esa
transformación.
Aquellas personas que comprenden
su propósito, y eligen avanzar
por el camino de su propia
evolución personal, y
profundidad espiritual:
Se encuentran en su propio
proceso de muda y renovación.
La soledad, lejos de ser un vacío,
es un espacio de luz,
necesaria compañera y crucial
para el arte del mudar.
Por ser la propulsora
de los diálogos internos,
libres de las influencias del exterior,
actuando como catalizadora,
tanto del encuentro con
uno mismo como en su
propia transformación.
Y es vital para el encuentro
con el silencio,
parte necesaria en el
arte de evolucionar.
Mudar en uno mismo
no solo es una experiencia
gratificante y transformadora,
es esencial si se quiere progresar.
" Muchas son las personas
que dicen saber bien lo que
quieren, pero pocas;
conociendo el camino":
"Son firmes y valientes
alejándose de lo superfluo,
para vivir desde lo profundo,
disfrutando de lo verdaderamente
auténtico de la vida,
genuino y natural".
Como por ejemplo un paseo
por el bosque,
ese café de por las
mañanas, esa tertulia de
amigos, una puesta de sol,
un día de invierno al calor
del hogar:
O un nuevo día otoño
que deshojar.
Comentarios & Opiniones
Belleza total, magnífica reflexión que nos lleva al análisis y entendimiento de lo que es despojarse de todo aquello que entorpece nuestro andar, nuestro desenvolvimiento en la vida, de cómo es la mejor manera para profundizar en nuestro yo y liberar
Nuestra mente de barreras, la soledad como mágica compañera para alcanzar el objetivo, gracias mi querido amigo, desde acá te deseo todo lo bueno, mis saludos a Mariano, feliz día Jesús, abrazos desde Michigan y todavía no amanece .
Gracias por ello Xio, estás entrando en un nuevo día y oportunidad,
me alegro mucho por ello.
Salud y cuídate por Míchigan.