La última vez que recé

poema de Galan

Recuerdo la última vez que recé,
arrodillado pero egoísta,
pedí por desesperación,
no era ni por mí,
era para alguien por quien
valía la pena rezar,
o al menos intentarlo.

Estuve una semana fuera de casa,
sin noticias, sin consuelo,
simplemente rezaba por miedo,
rezaba a escondida
para estar más conmigo,
para que mi voz llegara más lejos,
o al menos que llegara.

Tendría unos 10 años,
mi fe no cabía en un puño,
mi mentira no cabía en un puño,
perdón, he dicho 2 veces lo mismo.

El consuelo de pedir algo muy grande
a algo todo poderoso me mantenía vivo,
lo que no vivió fue mi petición,
lo que no vivió fue ella,
ni siendo catequista
te ayuda el inmisericorde,
no puede ayudar
lo que no tiene manos.

Ahí me di cuenta de que arrodillarse
es para quien no tiene consuelo,
un bote salvavidas con brújula y destino,
pero aquí las palabras son humo.

Sentí pena de la estafa,
de la inutilidad de las palabras
sin destinatario,nada vuelve,
el mensaje no puede llegar,
la súplica alimenta,
pero para que quieres comer
algo que está tan vivo como muerto.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Rezar por otra persona es grandioso,el universo si escucha!!! felicitaciones y abrazo.

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