Esta es la historia de un amor...

poema de Jean Picazo

Los niños duermen. Yo camino descalzo sobre el pasto frío mientras me transformo en los árboles, las estrellas, los murciélagos, la luz de la luna. Es entonces cuando cae el primer mango de "nuestro" árbol. Indicio de otra primavera. La segunda sin ti. ¿O la vigésimo primera?

Ya no estás. Al fin me acostumbré. Ya no te extraño, ya mi vida cobró vida. Lejos. Con gente nueva. Con historias nuevas y experiencias inimaginables. Con el sabor anticipado de los frutos por recoger después de años de traspiés, confusión, errores y una visión forjada a partir de la desesperación, la reivindicación conmigo y con el cosmos. La culpa y la ambición, La madurez forzada y tardía.

Y ya no es "nuestro" árbol. Ya no correteamos ni compartimos mangos. Ni cama ni espacios ni nada. Sólo anécdotas desfasadas. Fotos. Responsabilidades sobrepuestas, eternas, ineludibles.

Te veo hermosa, admirable, cansada y desesperada. Encontrando un camino nuevo a la par del mío. Y así de lejano. Haciendo lo que nunca te atreviste a raíz de la necesidad económica. De la emocional. De la mental. De la espiritual...

Tenía que ser. Teníamos que ser. Al fin, ¡maldita sea!

Llevo noches encontrando el sueño con la imagen de tu rostro radiante, tus ojos luminosos de amor y esperanza y tu vestido blanco. Toda tú, tu historia y tu esencia bailando conmigo, frente a todas las almas que nos acompañarán siempre al margen de nuestras diferencias. La canción que elegiste. Que me hizo sentido: "From this moment". Una promesa insostenible frente a un altar, un sacerdote, una familia y una sociedad que confrontamos con rebeldía, con huecos emocionales encubiertos por la coartada de un amor que me rehúso a negar que fue verdadero. Que pudo ser eterno en otras circunstancias. En otra vida. ¿En otras personas?

Mi vida está llena de historias nuevas, de amor fraternal e incondicional, de primeros pasos y merecidos frutos. De hambre, desilusión y estoicismo. De vacío y de recompensas dosificadas. De rompimiento y nihilismo. De la admiración, la fe y el cariño de numerosas voces que me gritan que sí puedo, que lo merezco, que me lo exigen, mientras adivinan y perdonan mis debilidades. De otras y otros nuevos que, como tú en su momento, se entregan por completo ante un personaje que encuentran encantador y enigmático, sin importarles su pasado, pasando por alto esa tristeza profunda en sus ojos. Deseando lo que viene después. Apostando a ello.

Pero ninguno es tú. Ninguna es tú. Tú misma ya no eres tú. Ni lo serás jamás. Yo tampoco.

Esto se rompió, sí. Pero los pedazos encontraron la mitosis, la citocinesis. Y aún estamos descubriendo, si no a penas adivinando la nueva creación. Cada quién la suya.

"Es que yo ya no te amo", dijiste aquella noche. "¿De verdad me amas?". Me retaste. "¿En serio quieres vivir conmigo?". A diario me lo pregunto. Y las respuestas son dispares e inconsistentes.

Te amo, Gisela. Y te amaré siempre. Eso no se quita. Pero se guarda en un cajón y se escribe el guión de otra película. Por lo pronto, compartimos el amor a esos tres paraísos. donde nuestras sonrisas, nuestras risas y treguas tienen sus encuentros sobre la barra de la cocina de la que fuera mi casa. Del que fuera mi hogar.

Cayó otro mango. Y se vienen semanas llenas de mangos jugosos, deliciosos, simbólicos de la vida que sigue, que se repite a ciclos, que se reinventa y se disfruta, que se acumula y se comparte.

Y correré yo solo para rescatar algunos y disfrutarlos con mis hijos. Con mis amigos. Con mis amores. Tú harás lo propio con los tuyos, cuando me releves el fin de semana y yo me vaya a seguir escribiendo mi historia.

Jean Picazo

Comentarios & Opiniones

Jean Picazo

Sería un placer, María, muchísimas gracias!

Critica: 
Pilar

Una historia muy compartida por muchos ,en toda separación siempre a uno de los dos le duele más ,pero la vida sigue con nuevas ilusiones ,aunque siempre hay vínculos que serán parte de ambos ,me gusto un abrazo

Critica: