Sofía

Un mil pensamientos y un mísero instante
¿a quién se lo debo? Tú eres quien sabe
tormenta, descarga de ideas en puerto,
soy barca segura entre tus mecimientos
maniática oleada , resuelta en el viento
que no es de ese mundo inhumano, pequeño
Aquél no nos basta, ¡los dos lo sabemos!

¿A quién debes tú el suplicio perfecto,
herencia sagrada de fiel sufrimiento?
Bendito mantón te cubrió del hielo,
e impregnado de celo inundó tu consciencia
ardiente en sus brazos, trabó tu descanso
y expuso a tus ojos el pálido ensueño
¿No sabes por qué extrañas tanto el invierno?

No dabas abasto a ese cosmos revuelto
y de él me dejaste una buena tajada
vertiste en mi frente un ciclón delirante
prendiéndole fuego a mi parco intelecto.
Te debo la vida, y el trágico sueño
de un mundo elevado a la altura de un verso
¡No cabe más gloria que aquélla en mi aliento!

¿Tendré alguna vez tu poema en mis sueños?
Osada dirás que no escribes los versos
¿No agitas mis dedos sobre este tablero?
Y la caja sombría que insano resguardo
dirás que es ficción de mi necia congoja
¡Qué dios negará que esta melancolía
es el don que me has dado, vehemente Sofía!

Comentarios & Opiniones

Christian

Otra vez, buen escrito, nada mas que felicitarte y mucho mas por el ultimo verso. Saludos

Beto Aveiga

Muy buen poema Monsieur, somos hojas en el viento cuando el amor se trata. Saludos!

Monsieur Fortoul

Muy honrado por sus comentarios. Un cálido abrazo para ustedes!

Mae Nameky

AMor...culpable, más allá de las personas. Muy lindo!