Lasciate ogni speranza voi che entrate

Soy mi propio enemigo, de eso no tengo la menor duda.
Estoy en medio de una guerra, una donde no luchan seres ni armas son usadas.
Solo somos Yo, yo y mi otro yo.

Soy el gran vencedor, artillería de respuestas lógicas uso; y soy el gran pobre perdedor, con preguntas tontas y banales que se insertan cada segundo en medio del territorio por tu amor creado.

Como espadas son tus miradas en mi mente, creadas por ella misma con el único objetivo de no dar lugar a salvación.

De cada ataque soy quien se protege, de cada ataque soy seguidor. Dime mente: cuál es tu maldito objetivo?
Acaso soy yo el único blanco, que en cada paso va sangrando amor?

Soy el minotauro de mi propio laberinto, soy mi propio esclavo quien salida no encuentra, quien salida no desea hallar.

No puedo pedir ayuda a pesar de que tenga tu mano extendida hacia mí.
Soy el eterno perdedor de una lucha eterna, imposible de terminar, imposible de recrear.

Caigo en la oscuridad cada vez que me levanto y quiero luchar, voces del interior me piden que me rinda, están cansadas de luchar; y yo estoy cansado de pelear...

... Esta maldita guerra de la cual soy autor, esta maldita guerra que el pasado me dejó.