El Arlequín...

poema de Iván Herrera

En mi torre preparaba mis trucos yo,
bordaba mi sombrerito y aceitaba mis cascabeles,
tenía todo lo que un buen sirviente podía pedir,
una cama tibia, una cubeta para mis necesidades y los libros que su majestad no leía ya...

Pero lo más lindo en esa torre era la vista,
no por las colinas ni las noches de lluvia que hacían del rocío una estrella,
no por el río del pueblo o el alba siempre tan de gala y lista,
perdón que insista, pero mi mayor lujo era poder verla a ella...

Gianna se llamaba,
¡Oh yo soy un simple payaso!,
Un chiste para su entretención,
pero no soy idiota,
mi amor es real, si su sonrisa fue lo que hizo latir mi corazón...

Ella que hacía que mi poca comida fuese manjar con sus labios,
que hacía que mi maquillaje fuera mi mejor gala,
que pedía el mismo chiste con el calor en la fogata en su cara,
que tomaba la luna y la usaba de bengala...

Solo para verse mejor...

Cierta noche quise escribirle,
tomé la servilleta del vaso de leche,
¡Arlequín idiota!,
“Hola” todo lo que en el mísero papel pude decirle...

Y a la noche siguiente bajo mis botas había una nota,
juraba una burla,
desdoblé el papel con miedo a una derrota,
pero no...había otro “Hola” ahí...con una esencia suya turbia...

Y un corazón chico trazado con granito...

Mis saludos se convirtieron en charlas cotidianas,
mi cena paso a segundo plano,
solo para leer lo que escribía,
fuese de su vestido o las quejas del pueblo por las mañanas...

Yo debía leerla,
yo necesitaba pensarla,
yo aprendía a extrañarla,
a amarla sin siquiera pensar en tocarla...

Mis volteretas eran poco comparado a la perspectiva que le dio a mi mundo,
mis maromas fueron mis regalos de mes,
mis silencios sus agonías,
y toda ella se volvió mi mejor acto...

Por ley los arlequines no podíamos quitarnos la pintura,
pero lo mío ya era máscara nada más,
para ella yo era un hombre de traje y no de mallas,
de sombrero y no cascabeles,
sin cornetas y edificándole miles de promesas con cielos y cinceles...

Labial negro y pintura blanca,
traje azul con rojo,
idiotez y fantasía,
eso era yo...

Polvo canela y labial carmesí,
vestido azul y rayitas negras,
progreso y locura,
eso era ella...

Nunca le besé,
tomé su mano y sentí la corona de mi mundo en la cabeza,
era poco preciso,
pero su seguridad era mi mayor certeza...

Hasta que un día,
el monarca mi puñado de ilusión descubrió,
quemó mis promesas,
derritió mis cinceles...

De tunda a alcohol,
de sexo a ceguera,
el rey se enfadó conmigo,
“¡NINGUNA DAMA SE JUNTARÁ CON UN ARLEQUÍN! ESE IDIOTA NO PUEDE VIVIR CONTIGO!”...

Yo escuchaba muy poco por mi ventana,
esa misma que me tapizaron de madera,
esa donde toda la tarde era bella,
esa donde la veía a ella...

Escuché llantos y empecé a escribir la presente,
esta línea la redacto mientras observo una larga soga,
como para cargar una o dos focas,
si...esta la escribo camino a mi ahorca...

Estoy sobre el barril y leen mi condena,
ya no puedo sentir temor,
lástima que omitieron que me estoy muriendo por amor...

Pero hasta la muerte tiene su gracia,
todo tiene su belleza,
la cuerda se tensa y...me nublo, el aire se agota...da igual,
ahi está viéndome una vez más...muriéndome por ella...mi princesa.

Comentarios & Opiniones

Inalcanzable

El final no me gustó. Pero bueno, no me gustó el final de Romeo y Julieta, pero al igual que esa obra, el final fue lo único que no me agradó. Yo creo que más que un arlequín era un caballero. Un gran escrito, saludos desde México.

Critica: 
Manuel Bast

Felicitaciones poeta, muy bien trabajada composición. Un poema en cada palabra.

Critica: 
JOSE FLANDEZ

Bellos versos nos aportas estimado amigo poeta. Fue un placer pasar y leer tu lindo poema. Recibe un fraternal saludo.

Critica: 
Iván Herrera

@Inalcanzable gracias por el comentario hermano, sí reconozco que el final lanza un poco a un cliché literario, en su momento parecía apropiado, mil gracias de nuevo!

Critica: 
Iván Herrera

Muchas gracias a los 3 por tomarse el tiempo de leer mi texto, cada uno de uds tiene un talento único y ya les sigo, sigan adelante,tienen como. Un abrazo desde Guatemala

Critica: