Antología de una mujer

Te levantás y es lunes,
con el olor a perfume del traje de ayer,
la cama y su contenido es tema de la relatividad,
estás ahi y sos mujer eso le agrega valor a la blanca deidad...

Toca ducharse,
jabón agua e intimidad,
como rocío para la flor en pradera,
como el sol en abril que no se esconde pa' mojarse...

Ajustar sostén y blusa,
braga y algún reproche por la mascarilla,
pero ninguna libra o tinta de más,
te quita que seás mujer y por consiguiente musa...

Un café o jugo,
subir al bus,
sentir el piropo del mirón verdugo,
vos siendo mujer que le dás al vaticinio del día dulzura de blues...

Llegás al destino,
pueda ser que te saluden,
pueda ser que no te vean,
pero tranquila,
sos mujer y de la belleza por serlo sos camino...

Mujer respondéme algo...

¿Cómo es pintar las cutículas de carmesí?,
¿Qué se siente ser bella por la esencia?,
¿Cómo hacés para gustar solo porque sí?,
¿Dónde guardás tantos hilos de fantasías y existencia?...

Porque en la acera resuenan tus pasos,
porque a algún infeliz le hinchás de sangre los vasos,
porque sos Afrodita y Atenea en toda parte,
porque con el acto de existir cuesta no pensarte...

Ajustándote la cola,
origami folicular,
pupilas hechas pistola,
máquina de sueños creada pa' amar...

Pero la sociedad es ciega,
arqueotipos con miembro por cerebro,
un amor al despotismo que en cerveza tiene reintegro,
maldito el que poder a vos mujer te niega...

Los vicios son hiedra en tu edén también,
camas que no huelen a perfume,
preservativos para al que solo le interesa todo menos lo que tenés en la sien,
¿Desde cuándo el sexo no es amor y en una disco por azar se consume?...

Pese a ello,
al faquir y su opulencia,
el mundo con tu cintura es más bello,
para el aire es casi orgasmo tu simple existencia...

Mujer,
antología de lucha y guerra,
poesía de amor, libertad y tierra...

Enemiga del espejo,
en sus ojos siempre hay un mejor reflejo,
ternura eterna,
como vino que sabe mejor añejo...

Con una boca que sabe matar,
elevar,
callar,
y crear...

Papel omnipotente,
causas de la historia,
origen de Neruda y su capacidad de decir presente,
tan reales ayer mañana y ahora...

Regresás a la casa,
no sé si te aguarda un beso,
te quitás el collar y la calma te abraza,
tu maquillaje ya está espeso...

Liberás la censura para acariciarla con un camisón,
te recostás y del asunto pendiente hacés omisión,
mujer...solo no te olvidés de ver al cielo por tu ventana,
no vaya a ser que al sol por no verte se le olvide brillar mañana.