En El Parque

poema de Octaviano

Me hundo en el banco de un gélido parque.

Se desnudan los árboles
De sus viejas hojas.

Las veo tenderse entre adoquines;
Como la vez en que ví,
A una frágil y escuálida anciana
Tomando el Sol; sentada,
Entre los escombros
De un lugar que dejó de existir.

Buscándose.
Nadando; como ciegos ojos,
Por el mismo sueño tenebroso
De dos desconocidos,
Que al mismo olvidado rincón acude.

Hombres y mujeres,
Son apagadas líneas
Sobre la blanca tiza del asfalto...

Son gasóleo; son humo y acero.
Son frágiles y exhaustos suspiros.
Del barco,
Que agrava su gemido
En la profunda y lejana noche.
Del mar,
Que blandamente gime
Moribundo, hacia la clara orilla.

Fumando en el parque.
Y mi espíritu exhala,
Jugando con sus dedos,
Los etéreos trazos
Del retrato de su cautiva forma,
Sobre el fugaz lienzo del universo.

El cielo está nublado y quieto.
Avanza lentanente; despreocupado.
Sin rumbo alguno.

Las nubes se deshacen;
La Luna acalla,
Pálida y muerta, el aire que fluye.
Y de pronto, en el dormido parque,
Ante mis estancadas pupilas;
Ante mi inerte imágen,
Algo nace...

Siempre.
Algo nace...