Galería en piel de mujer.

Galería en piel de mujer.

A: Ella que tenía un motivo para dibujarse algo en cada poro.

Competí sin posibilidades reales con las agujas y las tintas de aquella tienda de cuarta,
¡Siempre sucumbías!,
Intenté – admito quizás no lo suficiente – parecerme más a ti y me tatué los labios.
Procure mantenerme a flote mientras terminaban en tu muslo derecho aquel barco hundido,
O cuando se te ilumino no se cual neurona y pediste un ángel, donde a mí me rendía el pecado.
Trate de competir con tu gusto por mostrarte como arcoíris de temporal;
¡Nunca pude ganar!
Y ahora entiendo que en el fondo nunca quise,
Y aunque admitirlo me pudra por dentro hasta los huesos;
Ahora recién he logrado entenderte!
Tu cuerpo no era solo un lienzo tendido en aquella mesa de una tienda de tatuajes;
Era tu manera de hacer de mí un alma con elecciones,
De que perdiera peso mi papel de actor de carácter;
Era simplemente tu manera de ayudar a liberarme
De mantenerme respirando sin ser aplastado por las apariencias.
¡Ahora se!, que siempre fui yo quien más perdía
Por mi tonta competencia con aquellas tintas que me marcaban el lugar en ti,
donde siempre cerraba los ojos y prefería pecar.