Y tu que...

Ya lo nuestro acabo dejando un cascarón vacío, de sentimientos agonizantes que se marchitan como una flor en tu desierto egoísta. Ya que me queda aceptare el destino cruel y desafortunado que le deparará al corazón destrozado mío . Adiós, que mil leguas de mar y tierra me separen del infortunio de estar a tu lado que el huracán dentro de mi te destruya como tu a mi dejando polvo y cenisas en el crepúsculo del amor mío y tuyo.