La llama que nunca se apaga

poema de Sheldon

He fracasado muchas veces,
y no llevo la cuenta,
quizás fueron menos de trece,
o quizás más de cincuenta.

El número no importa,
importa como fueron,
y mi cabeza no lo soporta,
el saber que fue por lo que algunos dijeron.

Siempre creí que el perder era mi función,
ganar era para los de otro planeta,
demasiada fue mi imaginación,
maldita mi estupidez completa.

Maldita esa gente que no quiere verte volar,
malditos ellos,
por no dejarte alcanzar,
sueños,
sueños que ellos jamás alcanzarán.