NOCTURNO
NOCTURNO
No tengo derecho a quererte
ni a pensar en ti.
Tú no lo sabes,
y ni siquiera presientes,
que desde hace mucho
en el viento tu aliento escucho
y solo pienso en ti.
Tú no lo sabes,
pero todas las noches espero hallarte
en la ventanilla de un bus errante
que se pierde muy lejos...
y que vuelve a venir.
No tengo derecho a quererte
ni a pensar en ti.
Porque eres de un mundo diferente,
porque tienes a otro en tu mente,
y el día que llegué a conocerte...
¡ese mismo día te perdí!
Te busco y te encuentro
en las hojas de papel revuelto
que ayer escribí...
pero eres estatua de mirada ausente,
de blanco mármol,
desde los pies hasta la frente
y en alguna hoja que cae del árbol,
con el viento te vuelves a ir.
No tengo derecho a quererte,
ni a extrañarte siquiera;
hace ya tanto tiempo de esto...
¡que sin embargo, olvidarme de ti quisiera!
Esta noche estoy solo,
y solo pienso en ti.