Poema XXIX

Quédate en mi piel, en mi calor
Solo tú puedes encender mis sueños
Quiero amarte de norte a sur
Del menos a más infinito segundo de cada reloj
Quisiera ser tu ubicación hasta el final
Quiero ser el cielo que subirás
O el infierno que descenderás
Como un tatuaje quiero gravarme en tu piel
Quiero ser la última lágrima en descender tus mejillas
La ultima sonrisa en recorrer tus labios
La ultima manzana que morderás.

Tengo miedo de marcharme primero
De abandonarte sin voluntad con el cuerpo
De no poder ir contigo a la eternidad
Quiero ser la estrella nueva que buscaras
Tengo miedo de no estar al amanecer
Que despiertes y sea solo un sueño nada más
Sé que los cuerpos no llegan donde los sentimientos van
Tu cuerpo o el mío un día dejaran de ir de la mano
Y nuestros corazones no volverán a latir
Tengo miedo de dejar tus lágrimas crecer
Tengo miedo de amarte y que un día mi cuerpo no este
Tengo miedo que no exista lugar para encontrarte
Que no exista un cielo donde esperar
Y si no coincidimos después de vivir.

Cuando mi cuerpo falle quiero resucitar en tu corazón
Quiero ser la flor que solo en tu ser se compare
Si pudiera donarte mis sentimientos
Los trasplantaría todos en tu corazón
Para que nunca dejes de sentir como te estoy amando
Que despiertes y tus ojos no te dibujen mi vacío
Solo quiero amarte tanto como para no estar
Que no me extrañes por mi ausencia
Tengo miedo de amarte tanto
Que tú no estés para sentirlo
Ni yo para vivirlo
De terminar solos por el mundo.