RIO DE MAR

Rio de mar, rio de mis tinieblas,
de mis hálitos, de mis condenas,
Aplácate, déjame tocar tu espíritu.
Deja que tu ímpetu loco se arrosque en mi boca,
al saborear mi lengua, tu rumbosa ponzoña.
No impidas rio, que golosa me ahogue en tus albedríos,
que quiero no despertar de mis angustias y perderme en tus senderos.
Deja rio que delire al esconderme en un viaje eterno
hasta volverme un Amazonas.
Detente rio, no corras de este cuerpo ya sin espíritu.
Apiádate de mi alma al tu robarle su ultimo secreto.
Llévame con tu boca de viento a aguaceros de tierras lejanas.
Derrámame en torrentes para abrir cauces forasteros;
No impidas que las lluvias desagüen a torrentes la savia bendita de los cerros
sobre mi carne de hielo.
Llévame,ya no tengo miedo,
de ser ofrenda de tálamo para germinar;
nueva sangre para tus nuevos riachuelos.

Tangarana , Oklahoma, 2015