Oda a mi primer sobrino

Tal vez seas aún un feto,
cuando ya te imagino
como un botón de oro.
Así te prepararás para florecer
cuando lo decida Olorun.
No te nombraré sexo.
Espero que en mi lugar
lo haga el Todopoderoso.
Si de todas maneras
será dada la bienvenida,
seas Geanny o Sofía.

Ya puedo ver tu tierno semblante,
escucho tus gemidos nocturnos,
que solo se calman después
de esa risa infante
que es de Dios, que es de ángel.

Para mí serás mi querubín.

Te sueño grande, y deseo
que el árbol crezca como un roble,
con su estrella
en el Paseo de Hollywood.

Lejos de vicios y de fracasos: te quiero.
Cerca de mí y de tu madre: te espero.

Y si en las noches me despiertas,
cuando al mundo llegues,
que sea para dejarme
un cálido beso.