Pobres chicas.

Pobres chicas,
fue tanto para acercarse,
para al fin quedarse juntas,
y ahora brota todo un ciclo de mentir.

Pobres chicas,
fue divertido gritar patria
saciar al par de tigres,
y ahora entre las ascuas de un amor enardecido se revuelcan:
un pretexto, un espejismo, la irremediable costumbre que va manchando de ocre cualquier rojo de pasión.

Pobres chicas,
Han pasado tanto tiempo viéndose la cara,
que se han perdido entre sus ojos.

Pobres,
acariciando fantasmas,
sombras de noches anteriores,
hay tanto porqué luchar y tan poco qué quedarse.
Se aferran como larvas,
su presente es su pasado protegido,
buscan un futuro para siempre,
un amor-cajas, amor-estatua, amor-domingos familiares, amor-que así cuentan que está bien, amor-es esto lo acordado, amor-generación, amor-lo general.

Pobres chicas,
ya no encuentran las palabras,
solo lo que tienen que decir,
poner el dedo al boton de dopamina.
Dejaron de ser libres,
se enjaularon como a un par de pajaritos,
para estar seguras de estar siempre,
para sacarse como sacan los vestidos, los pañuelos, las abrigos y las dudas
para al final poner todo en su lugar
y tomarse una siesta
de su mutua compasión.

Pobres chicas, orgullosas de creer qué así es cómo se ama.