Madre

poema de Antonio Liz

Tan bella es su creación, que los paisajes de la vida le hacen el honor. Así como los ríos son provocados por la naturaleza, así como su presencia satisface tu sed. Su colorido inventario de razones de el porque amarte, hacen de su existencia el verdadero amor. Su gentileza florece al verte pálido, ya que te adorna con alivio adorado. Adornándote  con sus suaves manos, su dulce voz, y sus caricias de sanación. Te entrega el pan de su boca, porque para su hambre no existe dolor. Te conmueve con su presencia, entregandote su virtud de adoración. Nunca apaga la luz a tu vida, ya que eres el brillo de sus ojos de todos los días.  En su camino a su nueva vida, te guía con corazón de espacio infinito  y alma de estrella fugaz, porque aunque exista su ausencia, el universo y sus estrellas todabia te los quiere brindar.