La Media Naranja

poema de Antonio Liz

La reforma de un corazón solo se puede comparar con el nacimiento. Embocas una elección única, que controla parte de ti. Con su mirada generosa y sus ojos encantados, te llena de ilusiones de fantasías. Escondes tu persona,  porque para ti ella es más valiosa que tu mirada a su ser. En tu corazón existe la decisión de amarla, sin ella saber lo que florece de tu parte. Con tus sueños de ojos abiertos, creas en ti la vida deseada con ella. Vives de su sueño e imagen, creas el hogar, la familia y asta el resto de tu vida. Tan emocionante es tu devoción, que asta pretendes callarlo sin buscar una opinión. Nunca te aferras a lo que no puede ser, porque empaña aquella vida realizada en tus pensamientos con todo poder. El cielo y la tierra miran tu devoción hacia aquella perla de infinito valor, mientras tú con todo amor, te quedas con el dilema bipolar del si o no.