Jesus

poema de Antonio Liz

Que tierra más santa invierte nuestro creador. Con un agua cristalina que pretende ser espejo a sus ojos de sabiduría. Hoy pretende verte como eres, sin importar tus malos deseos a su persona. El cielo pretende ocultar su rostro, y asta inventar que su presencia existe entre las nubes. Asta los sueños ocultan su mayor amor, y nunca destapan tu propósito en esta vida. Sueños hermosos y religiosos, que asta te indican tu camino y tu destino. Destino y sueños que no merecen ser señal alguna, porque los toman como un privilegio a su majestad. Padres y pastores que pretenden llevar el mensaje a tu persona, pero más y en más días se equivocan. Existe la hermandad, y es lo más cerca de el que podemos estar. El cielo, los sueños  y lectura, solo nos aclara que somos pollitos de un solo nido.