La despedida número mil
Hay algo especial en eso de las despedidas.
Aquel grito por encima del motor del auto. "¡Aburrida!" gritaba aquel muchacho con sus mechas de avestruz al viento, mientras yo reía hasta con el alma al escuchar su tono burlesco que tanto adoraba.
Esa sonrisa que se asomaba a sus labios cuando me decía que lo nuestro era secreto, en aquel umbral de la puerta que presenció nuestro último parlamento bajo lo que quedaba de la luz de la luna.
Aquella última vez que subí a tu elevador, hasta el piso número cinco. Para ahogar mis penas y quizá también las tuyas. Quién diría que me encariñaría de tus sábanas y a ratos hasta de tus manos, cuando estaba tan perdida que ni mi propio cuerpo me pertenecía. Cuando al verme al espejo pedía a gritos que alguien más me mirara, que alguien más me tocara.
Resulta que al final, nadie se sorprendería si les contara que tocaste algo más que mi piel.
Comentarios & Opiniones
Fascinante, es grato leerte. Son exquisitas tus letras transportan. Saludos.
Bellísimas letras! Felicitaciones saludo cordial besote.
Gracias a todos y Mawtinik, un gusto verte por aquí
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