Diminutivos

poema de Dreamer girl

¿Recuerdas cuando te dije que odiaba los diminutivos?
Cuando se usan de forma repetitiva.
Casi como si fueran parte de la rutina.
Como cuando abro la puerta veinticuatro veces al día y repito: “tome asientito”.

Al medio día, ya odio hasta mi propia voz.
Pero mi nombre, en pequeñito, en tu boca.
Dios, no era falso.

Mi sensibilidad nunca estuvo más a salvo que en tus manos.
Ahí, a puerta cerrada, bajo la tenue luz de mi cuarto.
A salvo de todo, de todos, ahí entre tus brazos.
Casi que podía escuchar los golpes en las puertas de los que te visitan de madrugada, mientras en la mañana susurraban “te amo” en otros labios.

Ojalá te hubieras quedado, porque a veces me cuestiono si en verdad te amé o al igual que todos, yo también fingía.
Cariño, sí, a veces te extraño, pero ya no sé si te amo.
¿De verdad te amé o amaba que me amaras?

Quizá eso les pasa a todos, por eso aún escucho el golpeteo en las puertas, el diminutivo vulgar y la cursilería barata en medio de un encuentro casual

Comentarios & Opiniones

JUAN CARLOS CADENA

Hasta lo que alguna vez nos fastidiaba muchas veces llegamos a extrañar, no todo es perfecto, sin embargo la sensación de tener a alguien que lo abrace a uno es infinita. El tiempo nos confirma u nos refuta lo que sentimos. Hermosos versos. Saludos

Critica: 
Gis

Bello poema

Critica: 

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