Sola

Sola

La música revienta , la noche,
mágica, embrujada, sin pedir permiso,
ante mi se muestra, aparece.
Sentada estoy con la solitaria
compañía de una mesa y una botella,
mi suerte languidece.

La gente entra y sale,
se ríen, bailan , conversan,
solo yo con mis penas,
mi deuda de ardientes manos,
que se pierdan en mi pecho,
y mis amores imposibles,
en la pista unos ojos traviesos,
desesperadamente busco.

Todos se mueven, el aire y las mentes,
la música y el baile envenenan el erotico ambiente,
El va y ven de los armoniosos cuerpos,
las luces, el sonido de los vasos y el humo
me encienden, me condenan y me pierden,
sin sus ropas los imagino, bailando
en una danza romántica, expontanea, loca,
en ella cientos de manos me tocan,
mi cuerpo se estremece, entre las caricias languidece,
Despierto húmeda, ávida, de tus intrépidos labios,
que en mis más insospechados rincones,
soberbios, cansados, amanecen.

Esta será otra noche solitaria para mi
pienso, y de repente,
sus ojos negros como puñales,
se clavan en mi frente.

¿Quieres bailar conmigo? me grita ,
mis piernas no responden, se desvanecen,
- claro,- alcanzo con un esfuerzo decir,
y sus ojos me recorren de arriba
abajo rápidamente, me desvisten y me convencen.

Su cuerpo roza al mío, sus manos
no sueltan mi cintura,
que se mueve con soltura y sus ojos
me desarman,
se disfrazan pero no pueden esconderse,
me mienten.
Se que tiene otro amor, otra vida,
pero lo miro, y mi dignidad no vale nada,
su pelo, su cara bajo la luz intermitente,
su pecho que deja semidescubierto,
y la cabeza me da vueltas y todo se me olvida.

Con soltura los pies mueve,
y entre las estrofas de la canción
- ¿nos vamos, quieres? - susurra.
Como en una alfombra mágica digo
- si,¿ a donde, ?-
y sus ojos me responden,
no median palabras, me besa y mi mano aprieta,
solo en un instante me tiene en sus brazos, que desorden.
su cuerpo y el mío no replican, no se esconden,
como el acero en una caldera insomne, se funden.
Se que todo es fantasía,
pero quien le pone freno a tanta energía,
a sus manos que me devoran,
entrepiernas silenciosas que se mueven,
y jadean.

Pero el calor acaba , la pasión se rompe,
y lo veo irse a los brazos de su amada,
llevándose mi cuerpo desnudo en su mirada,
y mis miedos y mis deseos inconclusos.
Mientras yo regreso a mi solitaria mesa,
a mi botella que me que me envicia y me corrompe,
todavía abrochando los botones de mi blusa,
despojandome de sus gemidos y olores,
sabiendo que no soy su musa.

Sus ojos en mi mente quedan,
¿ Habrá algo mejor en esta vida desalmada ?
y sigo soñando, mi amor mi quimera,
solo el deseo de volverlo a ver ,
la próxima noche mi piel lo espera.

Comentarios & Opiniones

Michael Castle

Un poema hecho desde la piel y el pensamiento de una mujer, una amiga, lo cual me resultó extremadamente difícil y es poco lo que lo vuelva a repetir. Ojalá les guste

Critica: 

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