ALMA, NO LLORES.

I
No llores alma, ¿no sabes
que, en este mar de la vida,
si la jornada es perdida
debemos quemar las naves?
El amor toca las claves
cotidianas del concierto
más solitario y desierto
que habrá escuchado jamás
¡Ay alma!, no llores más
algo incinerado y muerto.

II
Hoy la has visto pero es cierto
que su mirada fue ciega
a la luz, la sombra anega
lo más puro de tu huerto
Alma, marchemos al puerto
no a rescatar esas naves,
iremos por esas claves
cotidianas de los días
y hacerlas flor y poesías.
No llores alma. ¡Ya sabes!

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Dibujo del artista italiano
Mauricio Barraco.

Comentarios & Opiniones

Ernesto R. del Valle

Pertenece al poemario inédito CUANDO LA PALABRA ES LUMBRE.

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