Llaves del Corazón

Como voces lejanas al oído,
relámpagos de imágenes que vienen y van;
mas el alma inquieta por el ruido,
ha quedado extraviada en el desván.

Como un alfiler te presentas,
con punzadas al corazón;
y sin permiso te asientas,
como si fueses huésped en un caparazón.

¡Oh divino tesoro! ¡Oh divino amor!
que en silencio ocultas,
tan bonita flor;
¡Oh espléndida ternura! Atavíos de la pasión,
que en una memoria envuelta
en sedas, llevas las llaves del corazón.

Cual suspiro eterno,
tan sublime atracción;
llevar tu belleza en la mente,
radiante como un sol.

Cual puro cáliz de tu vientre,
arte divina de Dios;
llevas en tu boca el rocío,
que me hace temblar de la emoción.

Eres un eclipse total,
una hipnosis de exaltación;
es tu cuerpo la llave ideal,
que libera mi corazón.

("Obra de Poemarios" - Bajo Un Cielo De Luceros)
Fernando Emmanuel Enríquez Sarria