Tu cuerpo, mi pecado

De tu cuerpo soy esclavo
Porque de tu mirar es mi corazón
Y aunque no pueda hacer razón
Como si fuera dueño lo alabo.

Porque de mis manos son tus pechos
Y de mi pelvis tu cintura
Y aunque nuestros besos y abrazos sean ternura,
Y nuestra Desnudez en espejos refleje hermosura.
Cada uno ya en sus lechos,
sabe que no nos deja satisfechos.

Porque por más que tu cuerpo prestes,
Tu cuerpo tan bien moldeado,
Yo sé que otro tipo está en tu mente.
Y eso es precisamente, la consecuencia del pecado.
Y aunque de todo esto seamos conscientes,
Por vos mi corazón todavía sigue ardiente.

Ya de cien formas olvidarte he intentado,
Mas pueden pasar mil años, que seguiré de recuerdos, enamorado.
Mil otoños, inviernos y veranos... Como al principio embobado!
Y aunque el corazón mucho me duela,
No hay otra cosa que hacer pueda
Que ponerle el pecho a mi pecado.

Y... aunque mis anhelos realidad se hicieran:
Ser amado, como cualquiera quisiera que lo quieran,
Yo asi ya no puedo amarte,
porque por más cuerdo y santo que ande,
de tu cuerpo seré esclavo, hasta que mi corazón de latir pare!