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poema de El Cano

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No sé si mañana se me permitan 24 horas más de vida,
no se si después de terminar de pensar en ellas en mi cama fría, mirando al techo despierte como el sol en el ocaso, solo no lo sé… no quiero saberlo,
pero me importan a como esas horas que pase a tu lado.

Quiero caminar y llegar a ese punto en el horizonte, donde la efigie se pierde,
donde por última vez el cielo se besa con la tierra
en una oportunidad infinitamente corta en veinticuatro,
donde mi silueta desaparecerá de tu cuerpo y memoria.

Quiero solo ser un recuerdo vago, no más, parte de tu pasado,
quiero que al escuchar mi nombre no finjas no haberlo notado.
Dime, ¿Estás pensando cada madrugada en el ayer?

Quizá soy el perdedor de esta historia, donde solo hay un ganador,
Ganador de la desgracia al ser infeliz por la felicidad del otro.

Déjame besar tu frente por última vez más y después de hoy no, no me veras más,
mis ojos no te miraran desde lo lejos buscando una mirada tuya, no!, no lo harán,
lo prometo.

Dime lo que sientes y te diré mil mentiras, hare uso de lo mejor
de mi arte para evadir tu sonrisa...Niña solo recuerda,
de las veinticuatro migajas de abriles
que me fueron exquisitas, solo dos te los dedico a ti,
Una para recordarte y la otra para olvidarte,
las demás a nuestro pasado, y para mí solo queda tu recuerdo y nada más…
solo una memoria cálida como el invierno que es más del pasado que mío o tuyo.