Hombre armado
poema de Anomalía / Niña Cianuro
No es la explosión, ni a quién elige
es lo desprevenido.
La deslealtad que te vio pasar
y anheló,
ese fresco torrente de crúor.
El fenecimiento está en lo imprevisto,
no es el calibre del arma,
ni siquiera es el entusiasmo por la descarga;
es la postura inamovible del tirador,
es el soltar inesperado e hipócrita,
Ganar en profundidad y en impacto,
dominar esa arteria mayor,
del estallido en la nuca.
Acentuar el desconsuelo del disparo,
que revienta la caja torácica.
Y ya no duerme, aprende
a limarse los huesos astillados.
Comentarios & Opiniones
Saludo. Interesante. Me hace recordar los años con mis camaradas después de cruzar "el campo de combate". Esa parte de mi biografía con la institución todavía está en la sombra. Deseando que siga su entusiasmo poético, hasta nueva publicación.
Muy bueno. Letras duras que impactan e inquietan. Saludos,
Me ha encantado la fuerza que muestra. estrellas !