Esperando el 2000.

poema de Ray Veron

No había automóviles voladores,
ni naves interestelares, ni trajes
inteligentes, ni una mega avanzada
tecnología que fuera la panacea
para todos los males,
ni una invasión extraterrestre
ni mutantes con poderes mentales,
vah!, ni siquiera una civilización avanzada,
y ni un digno final del mundo
como para una película hollywoodense,
o quizás quería que termine
la desolación de mi mundo,
por las faltas de oportunidades…

Me enviaron a estudiar mis padres
para que tuviera un futuro mejor
pero al recibirme, al salir del colegio,
solo me encontré con miseria y recesión.

1997 hasta el 2000 en interminables
filas de jóvenes buscando su primer
empleo y otros tratando de insertarse
de nuevo al sistema,
los miles de despedidos,
abandonados también por sus sindicatos.

Curriculum vitae que decía “sin experiencia”,
en esto se fijaban y era motivo para descartarte,
en la escasez o en la nada misma
ponen mil excusas para no tomarte.

Escasez creada por los gobernantes,
y de pronto eres un excluido,
que quizás estés en una fría estadística
Pero nadie sabe como la pasas en tu vida.

En la época de mis padres
te presentabas en la puerta de una fábrica
y te tomaban por solo tener
voluntad de trabajar y te hacías de experiencia
como la de un profesional,
y esas industrias cerraron.

Y te dicen vago,
y que no te esfuerzas lo suficiente,
y no tienes dinero,
y miras la vida como
a través de una vidriera
que te separa de los demás,
y te desesperas,
porque la mala situación
no pasa rápido, es más
parecería alargarse
ya no sabes si mendigar
o al menos mendigue comprensión,
pero cuando estas mal
se alejan de ti como si tuvieras
la peste…

Esperando el 2000,
31 de Diciembre de 1999,
nada de especial,
solo una absurda espectacularidad
en los medios de comunicación.

Y un día había una fila de automóviles
en la única calle asfaltada de mi barrio,
y no sabía que había pasado,
los excluidos cortaban rutas,
para reclamar que se habían quedado
sin trabajo, sin sueldo, sin dinero
sin comida, con su economía familiar
destrozada, arrebatada,
y supe que no estaba solo,
y supe que tenía que alzar mi voz
junto a ellos que ahora somos nosotros,
nosotros, los excluidos
estamos indignados
porque nos despojaron de todo,
hasta de los más básico,
hasta dejarnos casi en harapos.

Pero me vestí de guerra no armada,
donde solo mi arma es mi ideología,
la denuncia a aquellos que tienen poder,
y te despojan de todo,
hasta dejarte casi en harapos.

Esperando el 2000, en mi casa,
con desesperación y desesperanza
de quedarse sin nada en la nada,
de creerme un caso perdido
marcado por la desdicha
y la mala suerte…
Hasta que salí y me di cuenta
que otros estaban como yo
y querían que fueran invisibles
hasta que salieron desbordados
por la situación que se les vino encima
de desempleo y desocupación.

Festejos del nuevo milenio,
que llego con verdaderos
y más sofisticados trucos artificiales,
para vender realidades
a aquellos que no cuestionan
y que dicen “no existe”
porque esa mala situación no les toca.

Año 2000 solo te pude decir: hola
tus primeros días fueron pesados,
quizás tus nuevos aires
fueron la expresión del descontento
que ya se venía gestando
de muchísima gente en la calle,
cuya fuerza de trabajo
no fue más requerida
y no por una revolución robótica
sino por las medidas económicas,
y se fueron quedando sin nada
casi en harapos y salieron a las calle.

Comentarios & Opiniones

Robert

interesante historia que cuenta las nesecidades básicas de mucho de nosotros. saludos Ray.

Critica: 
Ray Veron

Gracias por pasar y comentar Robert

Critica: