Como rocio de primavera

Por qué me siento patético
a veces...
A veces me arrepiento
de palabras que dije,
de situaciones que provoqué,
cuando siento que quedé
como un idiota...
A veces quiero que me dé
la cabeza más de lo que me da
y no, ahí queda,
como un motor que no arranca,
como si no pudiera ver
más allá de mi cabeza,
no estoy seguro
si quiero ser otro,
si tengo que repuntarme
a mí mismo
tampoco sabría como hacerlo.

Las cosas me dejan,
las personas me dejan,
yo las dejo, pero...
sigue todo como igual,
hay como un ánimo de aventura,
pero no sé qué aventura,
y el peligro no me interesa,
ni me parece aventura...

Atado a personas,
a un trabajo,
a deudas,
al vil papel,
al mate,
a una casa,
a mi educación,
a un planeta,
a una genética,
a una situación económica,
y no me da la cabeza
para ir más allá
de mi mismo...

Atado a mi mismo,
a mis sueños,
a mis delirios,
a mis pasiones,
a mis realidades,
que mi cerebro
y mi sensibilidad
procesan
dentro de sus limitaciones.

¿El amor será realmente
liberador?
discutir por discutir,
tener opinión,
no tener opinión,
no aceptar la opinión
del otro,
no conciliar.

El amor hará que me reconcilie
conmigo mismo,
amor a Dios,
su amor...

No puedo detener el tiempo,
ni puedo dejar que el tiempo
me pase por encima,
y a veces siento que lo hizo,
solo Dios lo puede restaurar...

Imagino un año
que valga por diez de cosas buenas
y poder recuperar
la fé del niño,
la vitalidad adolescente,
la sonrisa verdadera,
el amor divino
como rocío de primavera.

Quisiera aportar algo nuevo,
quisiera ser como el trueno,
aliento fresco, nuevo,
el génesis de mi,
revolucionado,
evolucionado,
liberado...
Sin rarezas, sin fisuras,
sin marcas, sin dudas,
en lo alto viviendo,
viviendo.