EL JUICIO DE DIOS

poema de Fray Lucho

Los ojos callan la voluntad del corazón,
cuando el libre albedrío supone la elección.

Desnudar el alma con las tijeras de la razón,
es cortar la justicia sacrificando lo mejor.

Pero, ¿qué es la razón?

La necesidad de predicciones como evidencias para encontrar la verdad,
construir la dignidad ante la naturaleza de la humanidad.

No entiendo la ley ante la elección,
cuando se piensa que el castigar es palabra de Dios.

Nada es casual, la lógica es el plan,
permitiendo que la acción simplemente sea actuar.

No olvidar que las historias se han encontrado ya,
que se unen para hacer comunidad.

Renovar la confianza es día a día,
y esperar que la lucha no es la máxima de opción de vida.

El dolor está y no es superficial,
es tiempo de autoperdonar y ser leal,
pues, más vale desaprender a vivir en la obscuridad.

Hoy hay desequilibrio sinónimo del caos,
hoy es día de aprender a amar.

Comentarios & Opiniones

geniodulce2013

Interesantes, reflexivos y musical tus versos.

Critica: 
LUZPAZ

Me quedo con el final de tus versos, es el broche de oro para cualquier manual de cabezera."Hoy es el día de aprender a amar". Saludo fraterno!

Critica: 
Joelfortunato

Buenas letras, de especial didáctica con su ternura y buena fe. Me recuerdan una peculiar combinación del pensamiento de San Francisco de Asis con San Agustín y Santo Tomás. Interesante es su escrito para meditarlo seriamente. Reciba mi respeto salud

Critica: 
Marántomo

Felicitaciones, la verdad es que nuestra misión es aprender a amar, nos quieren vender un mundo donde todo es alegría y felicidad, donde cualquiera puede triunfar y ser felíz, pero a veces más parece que vivimos en un infiernito en evolución, saludes

Critica: 
El Jaguar

Bellos poema, ya lo comentó Joselfortunato de cierta ternura, que yo diría es estoicismo franco, me recordo a Luis Aneo Seneca...Saludos cordiales..

Critica: 
Fray Lucho

Gracias Jaguar, es la expresión de un ser en reconstrucción que reconoce el desgaste de si ideología con el caminar de los días y espera sin esperar la esperanza de Dios.

Critica: