Terminó lo que nunca comenzó

Terminó lo que nunca comenzó
I
Es mi historia de niño: fui para ella siempre su buen amigo.
La miraba en su casa, en la calle, también en los banquitos.
Entre risas, monerías y brincos nació en mí un tierno cariño,
que entrando a mi joven corazón se enamoró bastante chico.
II
Crecí dichoso viéndola en el mismo viejo y polvoriento barrio.
No conocían nuestras vidas las tristezas y del dolor su llanto.
Todo nos parecía lindo; de aquellos tiempos solo sus encantos.
Jugábamos contentos en las noches claras del caliente verano.
III
Por ratos escondía mis manos bajo su cálido infantil vestido.
Juntábamos nuestras piernas simulando de la noche el frío.
Encerraba su delgada cintura para acercármele un poquito,
y robarle de sus blandos labios aquellos muy ricos besitos.
IV
El tiempo nos fue pasando y con él los días, meses y años.
Hoy tales niños somos unos crecidos y vigorosos muchachos.
Entendimos que el amor sin querer nos puede ir enredando,
y que de esa inocencia, la verdad, ya mucho no ha quedado.
V
Me fui a la lejana ciudad y ella se quedó en el pueblo natal.
¡No tiene novio!, en ocasiones me decía su simpática mamá.
Queriendo que la conquistara para una relación sentimental,
pero, el tiempo y las circunstancias no dieron para ello lugar.
VI
Pretendía ser yo el único dueño de su vientre fino y virginal,
pero el tiempo escribe la historia y no prepara para el final.
Habría otro en su vida que ocuparía mi ambicionado lugar.
Y no fue para mí lo que desde inocente niño aprendí amar.
VII
Ahora duele mucho saber que con él su vida ha compartido.
Pude ser el hombre que en sus noches sintiera tus gemidos,
el que sin ser pintor dibujara su silueta de la pared al piso,
aquel amante que surcara de su cuerpo los llanos caminos.
VIII
Me queda el deseo de lo que pudo haber sido y nunca lograré:
entrar y saborear la calidez y estrechez de su inmaculada piel,
colmarme todo en la pasión quemante de su excitante timidez,
llevar su cuerpo hasta fundirlo con el humano y divino placer.
IX
No pude ser aquel primer hombre que su bello cuerpo desnudó,
el que su rojo vestido con ansias locas desabrochar no alcanzó,
quien no pudo decirle mientras le besaba lo mucho que la amó,
no veré jamás su rostro después de una envolvente pasión.
X
Aquel niño hoy ya es un hombre que en su pecho lleva el dolor,
pues ha perdido la mujer que de chico siempre sintió que amó.
Sin culpables ni inocentes el destino simplemente no nos unió.
Y así fue mí afligida historia: se terminó lo que nunca comenzó.

Comentarios & Opiniones

Platino

DIEGO
Que pena amigo, la vida a veces tiene aristas difíciles, se nos imagina una intención, un deseo, o un anhelo, y nos damos de repente de bruces contra la pared, el destino seguramente tenga preparada para ti, otra posibilidad de logro, no te //

Critica: 
Platino

// desalientes, vale la pena vivir, y tener una ilusión latente, ello te ayudara a sanar tu enamorada alma, no te aferres a un pasado, inseguro de retorno.
Lo mejor para ti.
Un abrazo, çálido
PLATINO

Critica: 
Diego Américo

Gracias por sus palabras Platino, solo el tiempo tiempo la llave para curar las heridas que nos dejan sembradas en el almas las personas que amamos.

Critica: 
Diego Américo

Gracias por sus palabras Platino, solo el tiempo tiene la llave para curar las heridas que nos dejan sembradas en el almas las personas que amamos.

Critica: