Amor en la escuela

Amor en la escuela
I
Si alguna vez de niño me enamoré, fue de ella.
La vi con mis ojos iluminados cual brillo de una estrella.
Su imagen era el concepto que tenía de la palabra belleza.
Me intimidaba siempre por su atractiva y deseada presencia.
II
Es ella el objeto de mi amor que nadie entendiera.
La conocí en el lugar en que entre los dos nada sucediera.
Allí donde tal vez los sentimientos nacen de pasión primera.
Pero, por ser niños importancia mucho no tuviera: la escuela.
III
Por razones de suerte coincidimos en el mismo salón.
Alegría que sin dudas embargó todo mi ilusionado corazón.
No duró la emoción, le interesaban chicos más guapos que yo.
Ante eso nada podía hacer mejor cultivé la inteligencia superior.
IV
El tiempo pasó y fue nuestra relación de amistad.
Con ganas de que fuera algo más y de mayor profundidad;
eso no se dio, siempre se acercaba a mí para su tarea realizar.
Muy contento, por segundos de su belleza fresca poder disfrutar.
V
No fue fácil para mí verla con otros chicos intimar.
El corazón es frágil ante el dolor que lo invita a solo llorar.
Nada podía hacer conocía bien la muy dura y cruel realidad:
era dueño de un amor no aceptado y jamás lo podía manifestar.
VI
Recuerdo siempre un beso apasionado que me dio
en esos convites de compañeros; las tareas del profesor.
No lo olvido, lo guardo como el amor que siempre me negó.
Y lo digo, la verdad que me gustó, así un poquito mi dolor alivió.
VII
Dejando de lado pero no olvidado el esquivo amor,
vino a mí la compañera Lina, quien su amistad me ofreció.
Todo pasó muy rápido una atracción de los dos se apoderó.
El tiempo pasó, su trabajo realizó, de novios terminamos Lina y yo.
VIII
Terminamos la escuela y nos graduamos juntos.
Yo tomé mi camino, y claro, ella también su lejano rumbo.
Volvernos a ver ya no fue nuestro deseado y principal asunto.
Ella y yo hicimos de nuestras vidas lo que nos tocó y mejor se pudo.
IX
Con el vivido pasado y el amor que no se pudo dar,
supe con mucho recelo que de dos chiquillos es madre ya.
Es triste saber que de aquellos pude ser yo su biológico papá.
Hoy tengo que aceptar nuestras vidas separadas como karma final.
X
Hoy cada quien camina los diferentes tomados caminos.
Nunca estuvo escrito en la ventura juntar nuestros destinos.
La vida nos tendió una trampa: ser especiales y queridos amigos;
por eso, cada vez que la viera le pediría pequeños e inocentes besitos.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Casi el primer amor! Bellísimas tus letras,quedarán en los recuerdos de los dos seguramente que sí.me encantó! Saludos cordiales y beso.

Critica: 
Diego Américo

¡Qué generosa Silvia! ¡Muchas gracias!

Critica: