Tu destierro

poema de Atlayxes

No quiero tu amor a medias. No quiero tus celos posesivos ni tus llamadas a media noche por tus arranques de ira y coraje infundados en creencias absurdas producto de tu imaginación volátil. No deseo que me proclames como tuya, ni que grites a los cuatro vientos que mi cuerpo y alma te pertenecen. No digas mentiras, no quiero tu falta de educación y tacto en mi vida... No quiero la hipocresía destilada y curada que desprende tu alma incendiada, no me atraen tus besos secos y marchitos de tus labios insipídos y fríos. No quiero que me abraces más cuando vengas a dormir a casa. No me interesa que tomes mi mano en la calle, ni que me pongas del lado izquierdo de la acera, tampoco que le saques el dedo a los automóviles que pasan y me gritan de cosas. Ya no quiero que me etiquetes en las fotos que subes a tus redes sociales, si llego alguna vez a aceptar tomarme una foto contigo deseo que la borres inmediatamente de tu galería de imágenes. Ya no quiero tener algo que ver contigo. Tardaste cerca de un año en decirme te amo y en tus mensajes de texto leo que no falta mujer en tus contactos que haya recibido un halago tuyo. Me cansé de tus mentiras, golpes, salvajadas, actos crueles, inhumanos, celos idiotas, llamadas a las dos de la madrugada, reclamos basados en lo que imaginas. Si algo bueno podría rescatar de ti son tus besos sabor miel que me dabas con anterioridad, es tu lengua sabor piña dulce que se enzarzaba en una suave pelea con la mía, también podría llamarle salvación a tu forma de hacer el café, con las dos cucharadas que siempre le ponías al mío, considerando siempre que no me gustaba tan caliente pero tampoco frío y aprecio y observo agradecida los minutos que te tomabas para soplarle a este. Si algo te agradezco también fueron las enseñanzas que me diste, los buenos tratos que alguna vez me ofreciste. También doy gracias por aquella vez que me sujetaste del cabello mientras vomitaba, si tú creías que esto te salvaría pues no, ya me cansé de tus mentiras. Estoy hasta la puta madre de ti y de tus recuerdos y te digo de paso, por si no habías entendido, que no te quiero más en mi vida.